James y el melocotón gigante

  James Henry Troter estaba muy feliz viviendo con sus padres. Hasta que un día sus padres fueron a un mercado de Londres y les mató un rinoceronte furioso que se había escapado del zoológico. James se fue a vivir con sus malvadas tías Spiker y Sponge, que nunca le dejaban salir de casa. Un día vino un hombre y le dio unas semillas verdes y le dijo que esas semillas eran mágicas  y que podían hacer crecer todas las cosas que él quisiera, pero en ese momento vinieron sus tías y le empujaron y se le cayeron las semillas. Al día  siguiente vieron que un melocotón crecía mucho. Sus tías llamaron a la televisión. Al día siguiente vino mucha gente a ver si era cierto que un melocotón crecía. Una de las turistas le dio una patada al melocotón y se quedó como  un agujero. James volvió por la noche para explorar el melocotón por dentro y se resbaló. AL resbalarse, cayó dentro del melocotón y se encontró con seis insectos del tamaño de un perro, de los grandes. James se fue a dormir, y por la mañana se dio cuenta de que el melocotón se movía, y le dijieron que el ciempiés estaba cortando la rama que unía el melocotón con el árbol y que dentro de poco iban a salir rodando.

                                                                                                         Meryam   1º B